Además de los contaminantes como el polvo, polen, agua o aerosoles de aceites, hidrocarburos u otros vapores, el aire comprimido puede contener baterías y pueden arruinar el producto y causar daño. Las aplicaciones sanitarias de alimentos, bebidas, farmacéuticos, biofarmacéutica e industrias electrónicas requieren que el aire comprimido esté libre de cualquier contaminante.
Los productos de filtración de la más alta calidad para aire estéril necesitan cumplir las especificaciones de pureza para garantizar la calidad en los procesos.